Me paso la vida admirándote,
en silencio; te observo;
no necesito decir que te quiero,
me conformo con tu pelo
y el aroma que desprendes,
meditando, calculando,
la densidad de tus labios,
la sencillez de tu gesto;
buscando una vida en tus ojos,
ahogándome en ellos.
ahogándome en ellos.